domingo, 28 de abril de 2013

Cucurrucucú, paloma.


Vuelvo de una noche de concierto, como audiencia esta vez; el frío nos ha pillado desprevenidos. El calefactor lleva ya zumbando un rato. El té no ha tenido los efectos sanadores que prometían las tietas de Ray Davies, por desgracia, y los escalofríos tratan de alzarse vencedores.

Bueno ¡pues no lo lograrán!
(he mencionado que la infusión se llama "autosugestión mental"?)

(normalmente funciona)

Anteayer escribí la canción de Rosetta, con el texto en alemán. Escribí una canción en alemán... los caminos del señor son inescrutables.

Pensaba que sonaría más duro. Tiene una cierta.. dignidad. Quizá mi manera de pronunciar le resta autoridad. Quizá sea el texto en sí mismo (no es mío, gracias a dios-- es de Büchner), ya pensado para la mujer.

O meine müden Füße, ihr müßt tanzen
In bunten Schuhen,
Und möchtet lieber tief, tief
Im Boden ruhen.

O meine heißen Wangen, ihr müßt glühen
Im wilden Kosen,
Und möchtet lieber blühen
Zwei weiße Rosen.
O meine armen Augen, ihr müßt blitzen
Im Strahl der Kerzen,
Und lieber schlieft ihr aus im Dunkeln
Von euren Schmerzen.
o quizá tener el oído acostumbrado (agradecimiento especial al sector turístico mallorquín).

Dejo aquí una pequeña ecografía de anteayer mismo- ya se le distingue la cara!,




15 días para irme a Munich.


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