Eso lo explica todo.
La timidez. El empuje y el entusiasmo. La seriedad. Las tremendas ganas de viajar. El miedo. La sensualidad. La incapacidad para comprometerme. La exigencia.
Cuánta contradicción - o cuánto prisma.
Él duerme aquí a mi lado. Él y su venus en Leo, siempre dispuesto a darlo todo.
Y yo preguntándome cuánto voy a aguantar sin salir corriendo.
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